Mitos y Leyendas de Menorca
Las leyendas de Menorca
Menorca es una isla mágica. Quién la conoce lo sabe, se respira un misticismo, sobre todo en algunos lugares emblemáticos, que no se encuentra en otros sitios.
Los que aún no la conocéis, os animamos a descubrirla, a buscar esos rincones únicos, cerrar los ojos y dejarse embriagar por su especial esencia.
No es de extrañar, por tanto, que Menorca esté llena de mitos y leyendas.
Si tenéis ganas de descubrir este lado más místico, seguid leyendo y cuándo visitéis esos lugares podréis ver con vuestros propios ojos que, tal vez, las leyendas a veces tienen mucho de verdad.
Pirata Xoroi
En el siglo XVI eran comunes, en Menorca, los ataques de los piratas. Incluso el famoso pirata Barbarroja desoló nuestra capital en 1535.
Pero esta es la historia de un pirata cuyo barco naufragó.
Durante un tiempo robó comida y animales a los lugareños que, por mucho que le buscaran, no conseguían encontrarle.
Un día también desapareció una jóven a la que buscaron durante años sin éxito hasta que un día nevó en Menorca y los habitantes de Cala’n Porter vieron pisadas en la nieve que conducían hasta un acantilado de Cales Coves, bajaron hasta una de sus cuevas y allí encontraron a Xoroi, la muchacha desaparecida y 3 hijos, fruto de su amor.
Xoroi no quiso ser atrapado por sus descubridores y se lanzó al mar, junto con su hijo mayor. Nada más se supo de ellos.
Hoy en día, en esta maravillosa cueva, encontramos el bar/discoteca La Cova de’n Xoroi.
Los gigantes de la Naveta de Tudons y Pozo de Sa Barrina
Cuenta la leyenda que en Menorca vivían dos gigantes, enamorados de la misma muchacha.
Un día decidieron disputar quién de los dos merecía su amor, cada uno con una hazaña: uno decidió cavar un pozo con sus propias manos hasta encontrar agua, mientras que el otro construiría una naveta con enormes piedras. El que de los dos acabara primero, sería merecedor del amor de la jóven.
Hubo un día que el gigante que estaba cavando el pozo, empezó a exultar, pues había encontrado agua y acabado primero, conquistando su merecido premio, pero el otro gigante, muerto de celos, le lanzó la última piedra que faltaba por colocar en la naveta, directa a la cabeza, matándolo.
Por esta razón, se dice que a la Naveta de Tudons le falta una piedra (arriba a la derecha).
Pozo de Na Patarra
Esta es una leyenda más oscura que las anteriores. Se cuenta de hecho, que el Pozo de Na Patarra, en Alaior, muy cerca del yacimiento de Torralba d'en Salord, era la mismísima puerta del infierno.
Los hay que cuentan que, durante la noche, aún se pueden escuchar las pisadas de los habitantes del averno en su interior más profundo.
Por otro lado cuentan que fue excavado por los gigantes que habitaban la isla y se sentaban a comer en las taulas de Torralba d’en Salord, sacando agua del mismo pozo de Na Patarra.
Ciudad de Parella
Esta leyenda habla de una ciudad sumergida; y no, no hablamos de la Atlántida, pero casi: hablamos de la ciudad de Parella.
La ciudad de Parella fue maldecida por otra ciudad, celosa de su belleza, que la hizo desaparecer en el fondo del mar junto con todos sus habitantes.
Si, durante el día de Sant Joan, desde Ciutadella, miras hacia ponente, podrás ver la ciudad sumergida... los hay que incluso afirman haber escuchado el sonido de las campanas de su iglesia.
La única manera para que Parella pueda ser redimida y volver a resurgir es que, precisamente el día de Sant Joan, deben encontrarse por casualidad siete chicos llamados Juan y siete chicas llamadas Juana a la orilla del mar.
Leyenda del Monte Toro
El punto más alto de Menorca también tiene su propia leyenda.
Se dice que su orígen tiene que ver con la creencia de que antiguamente, un toro vivía en lo alto del monte, protegiéndolo e impidiendo el paso a todo el que se atreviera a subir a su cima.
Sin embargo, un día, un grupo de monjes decidió ir a ver qué pasaba realmente en lo alto del Monte Toro y subieron hasta encontrarse con el imponente animal.
El toro, en vez de encararse con ellos, salió a su encuentro y, al ver las cruces que llevaban los monjes, los condujo hasta una cueva en la que descubrieron la imagen de la Virgen del Toro, actualmente patrona de la isla.